Capítulo 1
El Primer día
Lo arrancó por el despertador, que le avisaba
que se tenía que levantar para su primer día de escuela. Eliot ya había
cumplido los quince años y sus padres consideraban que ya era hora de que
asistiera a una escuela súper prestigiosa para gente como él. La escuela
quedaba en Nueva York por lo tanto Eliot se tuvo que mudar solo, a los
dormitorios de la escuela en donde se quedó el resto de las vacaciones de
verano preparándose para este día. Varios de los que vivían en el dormitorio
con él, le habían contado diversas cosas sobre este recinto del saber al que
iba a asistir y Eliot esperaba impacientemente que llegara el autobús que lo
llevaría a Deus x Machina.
La escuela Deus x Machina es una escuela en
donde se le instruye y entrena a personas con poderes especiales, pero no
cualquier clase de poderes. Poderes que estaban relacionados con las magias
mitológicas; mucho más específico, las mitologías Griega, Romana y Egipcia;
además de un cuarto modo de enseñanza llamado el Alma del Héroe, a la cual
asistirá Eliot porque para poder estudiar por las otras ramas de la escuela se
debía de tener alguna relación con la rama mitológica que se iba a estudiar,y
por lo que Eliot sabia, él no tenía relación alguna con ningún Dios de alguna
de estas tres mitologías.
A las siete y media en punto llego el autobús
que llevaría a Eliot y a los demás muchachos de la residencia a la escuela.
Antes de salir de su habitación Eliot se aseguró de que tenía todo lo que
necesitaba para su primer día.
-A ver, tengo mi bulto con todos mis cuadernos
de hoy, tengo mis lápices, y mi uniforme de educación física.- dijo Eliot
satisfecho consigo mismo porque no se le había olvidado nada. Y antes de salir
de la habitación, su pie tropezó con una lata de refresco vacía tirada en el
piso.-Hey Marco, antes de que salgas por favor recoge tu desastre que tienes en
el cuarto por favor-
-Sí, sí, ya lo hago. Déjame terminarme esta y
empiezo- respondió su compañero de cuarto.
–Oye, crees que me puedas dar una
mano con esto- dijo mientras se terminaba una botella de refresco y la arrojaba
a la basura.
-A veces me pregunto porque la señora Hestia te
puso como mi compañero de cuarto; creo que quería poner a prueba mi paciencia.-
Respondió Eliot al mismo tiempo que se agachaba para recoger una lata del piso.
-Sé que no he sido el mejor compañero de
cuarto, pero admite que la has pasado bien conmigo estos últimos días del
verano-.
Eliot no pudo negarlo, aun a pesar de que Marco
fuera un poco molesto, y que el cuarto siempre estaba lleno de latas de
refresco vacías por todos lados, habían pasado unos buenos últimos días de
verano. A demás, le conto lo que sabía sobre la escuela, le conto sobre las
clases, sobre los profesores y sobre cómo funcionaban las cosas en las casas.
Marco es hijo del dios romano Baco, dios del
vino y de las fiestas desenfrenadas; cuando Marco le con esto a Eliot, el
comprendió por qué se la pasaba bebiendo refrescos todo el día, también le dijo
que bebía refrescos y no alcohol, debido a que no era mayor de edad y no lo tenía permitido, y para
demostrárselo, un día Marco se sirvió una copa de vino, el cual tenía bien
escondido debido a que no estaba permitido tener bebidas alcohólicas en el
dormitorio, y cuando fue a beberlo, el vino se transformó en agua.
Marco tenía la misma edad que Eliot así que asistiría a todas sus clases
con él, a excepción de las que le correspondía a cada uno con las materias
relacionadas con sus Ramas Estudiantiles.
Después de haber limpiado el desastre de Marco,
los dos jóvenes salieron de su habitación y se dirigieron a la entrada del
dormitorio en donde los esperaba el autobús. Cuando Eliot subió y
vio al conductor se quedó impresionado. Era un señor delgado, tanto así que se
veían las formas de sus huesos, de cabello blanco como la nieve, y la piel
grisácea. Lo primero que pensó Eliot es que era un cadáver hasta que este se
volteo y de una manera muy molesta, casi irritada le dijo que avanzara que
estaba tapando la entrada. Eliot avanzo y encontró dos puestos vacíos a la
mitad del autobús en donde se sentó y luego Marco se sentó a su lado.
-¿Emocionado?- le pregunto su compañero al ver
que Eliot no se quedaba quieto.
-Más bien inquieto- dijo Eliot al mismo tiempo
que se alzaba para poder ver de nuevo al conductor –Siento que ya lo he visto
antes-
-¿A Caronte?- preguntó Marco- Lo dudo, esta es
la primera vez que te montas en el autobús, así que es muy poco probable que lo
hayas visto fuera de él-.
-Sí, lo sé. Solo que siento que ya lo había
visto- dijo Eliot mientras se volvía a sentar.
Eliot se pasó parte del camino tratando de
recordar en donde había visto a ese señor y al cabo de un rato decidió que ese
sería un asunto el cual lo consultaría con sigo mismo en otro momento y se puso a hablar con
Marco y a preguntarse cómo serían sus clases. Después de haber sorteado el duro
tráfico de Nueva York, Eliot se empezó a preguntar como una escuela tan grande,
él pensaba que era grande según lo que le había contado Marco, podría caber en
una ciudad como esta.
-Me imagino que te preguntas como la escuela
podría caber en un lugar como este ¿no es así?- dijo Marco como si le hubiera
podido leer el pensamiento- Cuando veas en donde se encuentra la escuela, creo
que te quedaras sorprendido- dijo él con un cierto tono de diversión –de hecho,
ya estamos a punto de llegar- dijo esto mientras señalaba a la ventana.
En ese mismo instante volteo por la ventana y
para su sorpresa se encontraban en Central Park.
-Pero si estamos en Central Park. ¿Cómo es que
la escuela se podría encontrar aquí?- pregunto Eliot un poco consternado debido
a que había recorrido este lugar varias veces con Marco y nunca encontró ningún
indicio de que en ese lugar se encontrara una escuela, y mucho menos una tan
grande como a la que iban a asistir.
-Espera y verás- le dijo Marco con una gran
sonrisa en el rostro.
En eso Eliot noto un gran resplandor que
provenía de la parte de enfrente del autobús, y en menos de lo que pudo darse
cuenta la luz lo había envuelto todo y Eliot sintió como si lo estuvieran sacudiendo violentamente; cuanto la
sensación paró, la vista de Eliot estaba un poco borrosa y entre todo el
murmullo de voces, pudo distinguir la voz de su compañero maldiciendo y
quejándose de que nunca se iba a acostumbrar a esa sensación.
Cuando su vista se aclaró, lo primero que hizo
fue mirar por la ventana, al hacerlo se encontró con un panorama
totalmente diferente a los altos edificios de Nueva York.
-¿Dónde estamos?- le pregunto a Marco que aun
seguía sosteniéndose la cabeza debido al mareo.
-Estamos en otra dimensión- dijo Marco con una
tranquilidad que le dio miedo a Eliot –Verás, la escuela se encuentra en un
espacio dimensional diferente, y la única manera de entrar es pasando a través
de una grieta que se encuentra en la entrada del Central Park-.
-Entonces ¿me estás diciendo que nos encontramos
en una dimensión distinta a la normal?-pregunto Eliot para ver si lo había
entendido bien.
-Así es-
-¿Y no tienen miedo de que algún humano
atraviese la grieta?- preguntó Eliot
.
-De eso no te tienes que preocupar, la única
manera de entrar a través de la grieta, es utilizando un hechizo muy poderoso
que solo el personal de la escuela, y los alumnos de último año, saben hacer-
le respondió Marco y para demostrárselo, le sugirió que mirara para atrás, y
cuando lo hizo, vio que su compañero tenía razón; lo único que podía ver era el
camino por el que andaban y un verde paramo en ambas direcciones.
Luego, miro para adelante y lo que vio lo dejo
sin aliento. Ante ellos, se alzaba la reja de la escuela en donde se encontraba
grabado el escudo de la misma. Cuando se acercaron a ella, esta se empezó a
abrir para que pasara el autobús. Después de haber atravesado la reja, Eliot
pudo observar el edificio principal, y era exacto a como Marco se
lo había descrito. Un edificio de apariencia imponente de unos tres pisos de
altura, y dos alas que se extendían a los lados del edificio central.
-Y si crees que esto es increíble- le dijo
Marco al ver la cara de asombro de su compañero –espera a que veas el resto de
las instalaciones-.
El autobús siguió avanzando hasta que se detuvo
frente del edificio principal. Seguidamente, Caronte se levantó y dijo con un
tono de voz que dejo bien claro que despreciaba su trabajo:
–Los nuevos
estudiantes al bajar del autobús, por favor salgan y esperen al representante
del comité de bienvenida, que les dará un recorrido de la escuela, frente a las
escaleras del edificio. Y el resto de ustedes diríjanse a sus salones de
clase.-
Después de eso, todos se bajaron del autobús y
Marco acompaño a Eliot hasta las escaleras. Allí se despidió y le dijo que lo
vería en un rato y entro al edificio para dirigirse a su salón de clase.
Al cabo de unos minutos, apareció por las puertas del edificio una muchacha vestida
con un vestido blanco, le llegaba hasta un poco más debajo de las rodillas, sin
mangas, con unas sandalias marrones y sobre su cabeza un Fedora negro, que no
iba con el vestido pero que de algún modo en ella se veía bien. Tenía el pelo
largo y liso, de un color marrón claro y
unos ojos color gris como el de las tormentas, su rostro denotaba años de
sabiduría, pero a su vez, la belleza de una chica joven con facciones delicadas
y una tez blanca como el marfil. Se dirigió al
grupo de los nuevos estudiantes. Cuando estuvo relativamente cerca del grupo
les dijo con una sonrisa:
– Bienvenidos a la escuela Deus X Machina, mi nombre
es Helena, y yo seré su guía el día de hoy.-
El recorrido fue interesante ya que Helena los
llevó por todos lados, mostrándonos desde la piscina hasta la armería de la
escuela, pasando por el rango de arco y flecha, también vieron los salones de
química, y el invernadero. En resumen, la escuela tenía muchos lugares
interesantes, así como muchos en los que si no te andabas con cuidado, podías
terminar herido. Para finalizar el recorrido, Helena los llevó a la cafetería.
-Y este es el comedor, en donde, valga la
redundancia, podrán comer sus comidas y sentarse a hablar con sus compañeros a
lo largo de los recesos- dijo ella al mismo tiempo que señalaba con un gran
gesto, todo lo que se encontraba alrededor de nosotros –Y ahora. ¿Alguien tiene
alguna pregunta?- dijo ella, al mismo tiempo que buscaba entre el grupo alguien
que quisiera preguntar algo.
En lo personal Eliot tenía todo claro, pero
supuso que alguien debía de tener alguna pregunta así que se volteo para ver si
alguno de sus compañeros levantaba la mano, pero como vio que nadie lo hacía,
volvió a voltear para ver a Helena.
-¿Alguien?- volvió a preguntar Helena –bueno,
en vista de que no hay preguntas…- no había terminado de pronunciar estas
palabras cuando una voz del fondo dijo.
-De hecho yo si tengo una pregunta- dijo una
voz la cual Eliot sospecho que era de una chica.
Eliot se volteo para ver quién era, y cuando lo
hizo se dio cuenta que de hecho si era una chica. Al detallarla, lo primero que
se le vino a la cabeza fue “Parece un gato” y eso se debía a que la chica
llevaba puesto una camisa que llevaba dibujado el patrón de unas manchas de leopardo y en las piernas unos leggings negros. Tenía la piel morena, su rostro de
nariz perfilada y labios finos acompañaba a la perfección unos felinos e
intensos ojos verdes. Su largo y liso cabello color castaño atado en una cola
de caballo alta, completaban el look de toda una gimnasta. Eliot estimaba que,
según su estatura, la chica debía ser de su misma edad. Por la manera en la que
se paraba daba la impresión de que en cualquier momento podría saltarle encima
a alguien, como lo haría un gato.
-¿Nos podrías explicar un poco como funciona la
escuela? Porque hasta ahora solo nos has contado sobre sus edificios e
instalaciones, pero no nos has contado sobre cómo funciona esto- pregunto la
chica gato, y por el tono de voz Eliot noto que estaba un poco molesta.
-¿Cómo te llamas?- pregunto Helena, seguramente
para poder responderle con propiedad pensó Eliot.
-Clover- respondió la chica gato.
- Muy bien Clover- empezó a responder Helena –
verás, esta escuela fue fundada hace miles de años atrás con el fin de enseñarle
a los hijos de los dioses, y a los mortales capacitados, todo sobre magia y la
manera de cómo manejarla. Para cuando la escuela se fundó la, solo existía lo
que hoy llamamos mitología griega, pero con el paso de los años se añadieron
dos Ramas Estudiantiles más: la egipcia, y la romana. Después de haber incluido
estas dos Ramas Estudiantiles, el director pensó que la escuela era perfecta,
eso es hasta que se dio cuenta que a lo largo de sus años como director había
visto estudiantes que se comportaban idénticamente a como se comportaron los
grandes alumnos de generaciones anteriores. Allí fue cuando se creó la Rama
Estudiantil del Alma del Héroe en donde se le enseñaba a los alumnos que
poseían el alma de algún antiguo héroe, como utilizar al máximo el potencial
oculto que llevaban dentro de sí con el fin de crear nuevos héroes.¿Eso
respondió tu pregunta?- pregunto Helena al terminar su explicación, con un tono
que le dejo bien claro a Clover que no lo repetiría de nuevo.
-Si- respondió Clover mientras volvía a
esconderse entre el grupo
.
-Excelente- dijo Hela una vez que Clover regreso
al grupo –aquí termina el recorrido, ahora necesito que me sigan al auditorio
para determinar en qué Rama Estudiantil estarán –dijo Helena al mismo tiempo
que se giraba y empezaba a caminar hacia el auditorio.